La cuarta edición de La Luna Azul quedará plasmada en la retina de todos los arqueros que quisieron asistir a competir y disfrutar durante muchos años.
Si hay que calificarla de alguna manera es bajo el calificativo de compañerismo en una velada fantástica.
Pensar en aunar tiro con arco, la luna llena, y risas de pasarlo bien, es pensar en el Galadriel Arco Club.
Por primera vez en las ediciones anteriores se llegó a cumplir el objetivo de la competición, la Luna en su plenitud con luminosidad al cien por cien, oscuridad total de luces artificiales, noche espectacular de temperatura que se mantuvo cálida hasta altas horas de la madrugada, compañeros en línea de tiro en armonía, como escasas veces se dan, organización casi rozando la perfección, digo casi, porque se empezó media hora tarde por un partido de fútbol previo, aún así, ni se notó el retraso.
Todo salía a pedir de boca, a pesar de que en Guimar el sábado amaneció con viento y nublado que hacían presagiar un desastre, pero no, a media mañana se despejó y aunque hacía algo de brisa que fue disminuyendo en la medida que pasaban las horas y se acercaba la hora del comienzo hasta quedar en una calma chicha total como se dice en el argot náutico cuando el viento no mueve ni una brizna de hierba.
En el montaje del campo el Galadriel hizo gala de organización consiguiendo un campo impecablemente montado no faltando los stick luminiscentes verticales y horizontales que indicaban el centro del esteron y de la línea de tiro encontrándose ambos en el mismo sentido que garantizaban que no te equivocaras de parapeto pese a las condiciones de oscuridad.Distancia máxima 25 metros para recurvos y compuestos, 18 metros para las tres modalidades de arco instintivo terminando con los 12 metros de los chavales de infantil.
Se extremo como siempre las medidas de seguridad que hacían que el juez de la competición fuera el último que volvía de la línea de esterones tras comprobar que no quedaba absolutamente nadie rezagado buscando flechas antes de iniciar cada tanda de tres flechas hasta un total de 51 que componían esta magnífica competición.
La organización preparó un detalle para las chicas que no quisieron perderse el evento regalando un abanico serigrafíado como recuerdo de La Luna Azul 2015 con un lazo anaranjado simbolizando los colores del Galadriel Arco Club.
42 arqueros, 42 amigos, que aunque no llegamos a las cifras de la primera edición, 72, hicieron de la Luna Azul 2015 una noche mágica y espectacular que cualquier calificativo que queda corto.
Y como no, el Galadriel Arco Club, es sinónimo de amistad y compañerismo, una vez acabada la competición y recogido el campo, pasamos a dar buena cuenta de la comida, la bebida y los postres mientras que la organización preparaba la entrega de trofeos, que una vez entregados, seguimos con la música, las bebidas y la comida hasta que el cansancio de las tres de la madrugada fue haciendo mella en la gente y se fueron retirando.
Quedaba recoger y dejar todo como lo encontramos, ya que si algo caracteriza a nuestro deporte y a todos los clubes de tiro con arco en general es que sabemos respetar las instalaciones y sabemos dejar todo impecable como si nada hubiera acontecido.
GRACIAS a los clubes asistentes, a los arqueros participantes por su amistad, al magnífico equipo de trabajo haciendo una gran labor, a los arqueros del Galadriel Arco Club por su amistad y apoyo, y muy especialmente al Ayuntamiento de Guimar que a través de su Concejal de Deportes, Pedro Daniel Pérez, hizo posible está velada al poner a nuestra disposición una magnífica instalación como es el campo de Tasagaya.
Ahora toca esperar la LUNA AZUL 2016 que en su 5ª edición vendrá cargada de novedades.
Hasta el año que viene.